Es una tendencia basada en el diseño de producción, buscando la creación y desarrollo de una agricultura urbana sostenible, ecológicamente sana y económicamente viable.
El principal objetivo de la permacultura, es evitar que se agoten los recursos disponibles, manteniendo un equilibrio entre la energía producida con la consumida. Es importante que la primera (Producida) sea mayor a la segunda (Consumida).
En el caso del jardín, es una forma holística de plantar semillas y plantas, que luego permitirá aprovechar las fuerzas de la naturaleza para producir alimentos, agua, luz solar y sombra que otorguen al jardín lo necesario para funcionar de manera eficiente.
Un jardín de permacultura es uno que prácticamente se cuida solo.
Esta tendencia sostenible que contribuye a guiar el proceso de avanzar hacia esta forma de vida holística, establece 12 principios que indican la forma y mentalidad en que hay que realizarla. Éstos son:
- Observar e interactuar: Observa cómo varios aspectos de la naturaleza interactúan entre sí. Esto ayudará a determinar la ubicación óptima de tus jardines para que las plantas amantes del sol o de la sombra permitan evaluar qué obstáculos tendrá que enfrentar, como el acceso al agua y la protección contra los vientos.
- Capturar y conservar la energía: Utilizar lo que la naturaleza tiene para ofrecer. Esto podría incluir acciones como crear un invernadero en el lado soleado de tu hogar para que pueda aprovechar mejor el calor que genera el sol o agregar barriles de lluvia, cubos y regaderas para recolectar agua para su uso posterior.
- Obtener rendimiento: Aunque la cosecha es un componente clave, no es el único. Su rendimiento es muy importante y es de gran importancia la cantidad de especies cosechadas en el jardín junto a la salud, satisfacción y bienestar general que obtendrá de esta experiencia.
- Aplicar la autorregulación y aceptar retroalimentación: Implica un breve momento de autorreflexión y apertura para el cambio. Es importante que evalúes las acciones que actualmente realizas para el cuidado del medio ambiente y qué puedes mejorar para generar cambios vitales que fomenten un estilo de vida más sostenible y ecológico.
- Usar y valorar los servicios y recursos renovables: A medida que usamos la tierra, debemos respetar los recursos que la naturaleza pone a nuestra disposición y trabajar para reconstruir lo que se ha sofocado. reconstruir los suelos agotados y plantar muchos árboles que purifiquen el agua.
- Dejar de producir residuos: Para cuidar de nuestro planeta es importante reducir, reutilizar y reciclar aquellos residuos que generamos, podemos intentar comprar aquellos productos sustentables y que podemos darle un nuevo uso. En el caso del jardín, podes realizar algunas acciones que tengan un impacto positivo al planeta, por ejemplo, puedes crear una pila de compost para restos de cocina y desechos del jardín que se transformen en nutrientes.
- Diseño de los patrones a los detalles: Es muy importante para que tus plantas crezcan en un ambiente idóneo imitar los patrones de crecimiento natural, es decir que las plantaciones en tu jardín, se desarrollen en un ambiente similar al de su origen. Debes enfocarte en la preservación del suelo y el uso de un método de labranza cero, cuyo objetivo es que el suelo permanezca intacto, evita la erosión y entrega los nutrientes vitales.
- Integrar más que segregar: La diversidad es la clave del éxito. La implementación de plantaciones complementarias se beneficia mutuamente, ya que pueden alimentar el suelo, estimular el crecimiento de las plantas, resistir las plagas y enfermedades, y atraer polinizadores e insectos beneficiosos que se alimentan de las plagas del jardín.
- Usar soluciones pequeñas y lentas: Haz pequeños cambios sucesivos y trabaja hacia un futuro más sostenible a través de la jardinería.
- Usar y valorar la diversidad: El cultivo intercalado mantendrá las plantas en continuo crecimiento y producción, al tiempo que protege la integridad del suelo.
- Usar los bordes y valorar lo marginal: Este principio busca que aquellos espacios u elementos que estén en desuso o sin mantención, formen parte activa del jardín, transformándose en espacios útiles y productivos para generar una sinergia con las plantas.
- Usar y responder creativamente al cambio: Es vital adaptarse a los cambios en nuestro entorno. Podría ser muy beneficiosos para las plantas ya que responderán de mejor manera al cambio de estaciones u obstáculos a través de nuestras estrategias de jardín. A veces, la única forma de crecer verdaderamente es ser adaptable al cambio.